Entradas

Mostrando entradas de 2015

Cartas vol. 6

Imagen
Deberíamos tronar mientras seguimos siendo amigos, pero es muy tarde porque ya cojimos. Deberías volver a subirte al pedestal en el que siempre te he tenido y quedarte ahi como una posiblilidad rota y así podría ir todos los días ir a prenderte una veladora o llevarte una flor. Deberíamos volver a cuando yo estaba segura que un día después de no hablarte en decadas te encontraría en el supermercado, escogiendo plátanos para tus licuados y rodaría una pequeña lágrima por mi mejilla; una lágrima que se convertiría en una perla por ser producto de una premonición que se cumplió. Quiero volver a cuando me dolía no tenerte en vez de tener tanto puto miedo. Ya no podemos volver a los tiempos más simples, pero antes sólo me importabas mucho y ahora te amo. No quiero que te vayas, tal vez no lo hagas ahora pero es muy probable que algún día lo hagas. El destino es culero, y yo estoy muy vulnerable y con mucho puto miedo. Me vas a empezar a conocer y por desgracia te darás cuenta de que aunque

Renacimiento (cartas vol.5)

Imagen
Eres de cerámica, de piedra, de terciopelo. De mármol, pero calientito. Lisa, pálida. Así es tu piel. Imagínate una taza de porcelana de una vajilla china. Así de delicado, y blanquito. Puede que tus pecas sean las flores dibujadas en ella.  Cuando te ví acostado, con tu respiración nerviosa e irregular y la luz del televisor alumbrándote y creando sombras sobre tu pecho juro que casi me muero de amor. Bonito. Con rizos negros. Hermoso. Presioné mi piel imperfecta contra tu piel suave para derretirnos con el calor que emanas y ver si de alguna manera nos podíamos hacer una mezcla homogénea pero no lo logré. Así estas mejor. Bonito. Hermoso. De mármol. 

Cartas vol. 4

Imagen
Yo tenía un plan, carajo. Había encontrado una manera de lidiar con el pensamiento de que nunca ibas a dejar que te quisiera. Íbas a ser el amor perdido de mi adolescencia que un día iba a ver en un centro comercial y recordaría con nostalgia.  Pero henos aquí. Nunca pensé que leerías toda la mierda que escribo aquí, pero eso es algo muy mío; elaboro mucho mis cosas y las hago tan mías que cuando las confío a alguien (que casi siempre terminas siendo tú a quien deposito mi confianza) me arrepiento de haber sido tan débil por compartir mis sentimientos. También es algo muy mío tener problemas para expresarme oralmente.  Ahora tengo miedo de tener que elaborar otro plan, te prometo que no te tengo miedo a ti. Sé que no queda más que disfrutar estar contigo en el presente. Pero no sé que pasará. Probablemente sea la incertidumbre la que me tiene como chihuahua cardiaco. Antes cuando me sentía cerca de ti temía abrazarte sólo por vergüenza, ahora que tengo el derecho y permiso de hacerlo n

Como perro sin dueño.

Imagen
Hablé contigo en el patio de mi casa hasta las 3:30 de la mañana. Hablamos de todo. Del mundo, de la religión, la verdad, la muerte. De ti y de mi. Fumé un cigarro tras otro mientras te escuchaba y hacía uno que otro comentario. -Lo que más amo del mundo es que tengo dos seres que me aman mas que nada y que yo soy todo para ellas.- me explicaste, te referías a tus perritas, mientras yo veía a la mía dormida en el zacate como dándonos una indirecta de que era hora que le dejáramos el patio para que pudiera dormir.  -Ya sé, güey. Son seres puros.- dije pensando en Nicky, la perra naufraga que estuvo fuera de casa 4 meses.  -Imagínate los perritos callejeros que no tienen a nadie, que no le pueden dar su amor a nadie. Están solos- dijiste con la voz quebrada, me estremecí.  -Con razón la gente dice que se siente como perro sin dueño.-

Pasita feliz.

Imagen
Hay una teoría psicológica que dice que durante la adolescencia, o sea, entre los 12 a los 18 años de edad las personas formamos nuestra identidad. Seleccionas los roles que quieres tomar, los que te gustan y lo que crees que define tu personalidad. Esa misma teoría dice que nuestro bienestar durante las dos últimas etapas de la vida dependen de las anteriores. Sobre todo la adolescencia y niñez. A decir verdad no recuerdo quien elaboró esta teoría, llevé una clase de psicología y la tuve que estudiar para pasarla, pero todos saben que uno estudia todo para después olvidarlo y que sólo lo que te movió en un nivel emocional se te queda pegado, y esto definitivamente me jodió. Tengo 18 años, prácticamente es el fin de mi adolescencia y no siento que haya terminado de definir mi identidad. Para mi alivio la adolescencia se está extendiendo hasta los veinte años gracias a nuestra cultura pero aún así me causa una angustia incesante pensar en que pronto debo tener una identidad definida, qu

Metros

Imagen
Quisiera saber si alguien más imagina como sería caer del punto más alto de cada edificio que ven.

Sylvia Plath

Imagen
Resulta que el gas de cocina ya no es lo mismo que antes. Según lo que leí ahora es etano, metano o gas natural. No sé. Aunque me suenan esos nombres no tengo ni una puta idea de sus propiedades, la verdad nunca puse atención en química de primero de prepa.  Les traigo esta información después de medio leer unos cuantos artículos en internet. O sea que si meto mi cabeza al horno lo más probable es que los vecinos huelan el gas y los bomberos lleguen por mi. Una situación muy embarazosa. Yo solo estaría como la cucaracha que hoy traté de matar rocíandola de aromatizante de ambiente, y en el periódico mi historia: "Una pendeja no sabe nada de química y mete la cabeza al horno".  Que difícil es ser dramática hoy en día. Supongo que ha de ser más fácil seguir viviendo o algo así. 

Madrigueras 3000

Imagen
Esto es un testimonio real. Hace tiempo solía decir que quería cavar un hoyo y esconderme en el para siempre, lo decía en sentido literal. No era broma. Pero en la vida real no puedes abandonar todas las responsabilidades que designaron especialmente para ti, no puedes nomás irte a vivir como topo. Era tan fuerte mi deseo de tener un lugar en donde esconderme que me terminé haciendo dos madrigueras, en sentido figurado obviamente. Les recomiendo hacerlo. Cuando todo está mal, estar en mi lugar seguro me hace sentir bien. Pongo todo lo que no me gusta en la otra madriguera y descanso en la otra. Pueden pasar semanas sin que salga de ella, la amo tanto. Cuando salgo de ella me arrepiento de inmediato. El mundo exterior es una mierda. En mi madriguera no hay preocupaciones, es un estado perenne de neutralidad y de vez en cuando me siento contenta, sobre todo cuando deposito mis molestias en la otra madriguera. Es tan cómodo estar bien cubierta de las eventualidades del exterior. Desde q

Chiquititito.

Imagen
Si me preguntas qué animal me gustaría ser te diría que un plancton. No estoy segura si es un animal o un microorganismo. Creo que es un alga. Como sea, me gustaría ser un plancton. Me los imagino flotando por el mar, sin importarles a dónde van o quien se los come. Sé muy poco de los planctons, hasta creo que el plural de "plancton" es, pues plancton, pero no estoy segura. Lo que sí sé es que son la base de la cadena alimenticia de las especies marinas, eso lo aprendí viendo un pedacito de documental. Una vez me dijeron que si me gustaría ser un plancton es porque me gusta bob esponja o el mar. Alguien más me dijo que se puede tratar de un complejo de inferioridad. No. La verdad es que siento que son de los pocos seres que con el único hecho de existir, son importantes. Si me fuera por el lado romántico diría que son criaturas humildes que se sacrifican por el bienestar del medio ambiente. Es cierto, pero lo que quiero es ser importante desde mi cama. Nada más. 

La peor película del mundo.

Imagen
Odio esas películas que te dejan el sentimiento de que todo va a estar bien. Las odio porque las amo. Todo parece tan fácil. El protagonista después de un nudo de cuarenta minutos sabe quienes son sus amigos de verdad, encuentra el amor y sabe que hacer con su vida. Yo tengo mucho más tiempo que cuarenta minutos para que me pasen todas esas cosas y hasta donde yo sé sigo en el inicio de la película, donde todo es una mierda pero no está tan culero como para que sea interesante. Hay un mensaje con el que miles de medios me bombardean; prácticamente dice que no me va a pasar nada si estoy sentada en mi casa esperandolo. No. Yo sé que no. Pero no tengo la energía para estar buscandolo. Hace mucho tiempo lo busqué y no lo encontré, o bueno, hice un intento mediocre por encontrarlo pero al menos sabía que buscaba. Ahora no tengo ni puta idea. Además no tengo la energía para empezar un puto viaje de auto descubrimiento. No tengo la energía ni para hacer yoga y eso que según las películas cua